Turbos para coche

En la actualidad, cada vez hay más Turbos para coche. Este elemento del vehículo se puede encontrar tanto en motores diésel como de gasolina. A continuación, te contamos qué es y qué tipos de turbo existen.

¿Qué es el turbo?

El turbo es un sistema de sobrealimentación que se encarga de la compresión del aire que circula hasta el motor. Al comprimir el aire llega más oxígeno al motor.

Además, también se aumenta la cantidad de combustible introducida. Es decir, se eleva el nivel de combustión. Cuánto más oxígeno y combustible llegue al motor, la combustión será mayor y esto conllevará un aumento de potencia.

Tipos de Turbos para coche

Existen 4 tipos de turbo. A continuación, te explicamos cada uno:

  1. Turbo de Geometría Fija. Es el tipo de turbo más sencillo y económico que existe. Se caracteriza por tener un tiempo de respuesta largo.
  2. Turbo de Geometría Variable. Este modelo de turbo incorpora álabes en el interior de la turbina. Esto se traduce en un mayor control de los gases y en un mayor rendimiento del motor.

Este tipo de turbo se desgasta más rápido que el de Geometría Fija, por lo que tendrás que reemplazarlo más a menudo.

  1. Turbo Twin Scroll. Este sistema puede ser de geometría fija o variable. Se caracteriza por poder separar los gases de escape para evitar que se mezclen los de entrada y salida.

De esta manera, no tiene tantas pérdidas de presión y puede dar más impulso a la turbina. Este tipo de turbo tiene un tiempo de respuesta más corto que en el caso del turbo de geometría variable.

  1. Turbo eléctrico. Este tipo de turbo es el más reciente. Se caracteriza por añadir un motor eléctrico a la estructura del turbo. Este es el turbo más eficiente y su tiempo de respuesta es ínfimo.

Turbos según su sistema de organización

Los turbos de un vehículo se organizan de distintas formas. Esta es su clasificación por el número de turbos:

  • Sistema básico. Es el más simple, ya que el sistema del turbo utiliza un único
  • Sistema biturbo secuencial. Este sistema está formados por dos Estos están anclados sobre la misma estructura anclados sobre una misma estructura.

Primero comienza a funcionar un turbo, y llegadas a unas revoluciones determinadas, comienza a funcionar el segundo.

La potencia de este sistema está limitada por este funcionamiento secuencial.

  • Sistema biturbo en paralelo. De nuevo, es un sistema formado por dos Pero, en esta ocasión ambos comienzan a funcionar de manera simultánea.

Esto permite que funcione mejor que el biturbo secuencial. Así, su potencia será mayor y se reduce el tiempo de respuesta.

  • Sistema triturbo o cuatriturbo. Estos sistemas están compuestos por tres y cuatro turbos respectivamente. Debido a su falta de eficiencia su uso ha disminuido hasta quedar obsoletos.

Diferencias en motores diésel y motores gasolina

En primer lugar, debes saber que el turbo se recomienda más para vehículos diésel que de gasolina. Sin embargo, su uso se ha ido extendiendo también en aquellos vehículos con motor gasolina.

El principal problema del motores gasolina es la sobretemperatura que tiene lugar. Estos se calientan demasiado llegando a temperaturas muy altas. Para solucionar este problema es necesario instalar un sistema de refrigeración extra.

Además, también tienen problemas con la combustión. Esto es debido al aumento de presión y temperatura que tiene lugar en la mezcla de aire y gasolina. Ten cuidado y ten controlada la presión en el cilindro y de soplado del turbo.

Por otro lado, los motores diésel son más adecuados al uso del turbo. Esto se debe a su sistema de compresión. El turbo favorece la compresión dentro del cilindro.

La importancia de la temperatura

Ya hemos dicho que los motores gasolina corren más peligro de sobrecalentarse. Sin embargo, la temperatura puede causar problemas en cualquier turbo.

Estos problemas de temperatura tienen lugar debido al número elevado de revoluciones, más de 100.000 r.p.m. Esto daña al conjunto de rodamientos y cojinetes, asi como al eje común.

Por tanto, se recomienda la refrigeración del turbo. Para ello se utiliza el aceite que se encuentra en el sistema de lubricación del motor. Además, se usa el aire de admisión.

Siguiendo con los problemas de temperatura, el intercooler es un elemento clave para evitar desastres. Se trata de un radiador que enfría el aire de admisión que sale del turbo. Esto se logra gracias al aire que recibe el vehículo cuando circula.

El intercooler es capaz de disminuir la temperatura desde los 100 °C hasta los 60 °C. Esto potenciará el rendimiento del motor y, además, supone disminución del consumo y la contaminación.

 

 

¿Necesitas un turbo?

Ahora conoces los distintos tipos de turbo que existen. Cuida del tuyo y ten especial cuidado con la temperatura.

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